Diario de un stage: 24 seven eleven

Alfareros, sé que lo esperábais con ganas, ilusión; estábais ansiosos por poder volver a leer las andanzas del "diario de un stage" así que, como vuestros deseos intento que sean órdenes, aquí lo tenéis. Recién escrito. 

No es que tenga mucha inspiración hoy. Los stages son agotadores. Madrugas, entrenamientos, entrevistas, escribe, edita, llama... un no parar, pero oye, sarna con gusto no pica y, reconozco, que es una de mis épocas preferidas del año. Es la etapa de la convivencia, del conocerse más, del trabajo duro, intenso pero cargado de buena energía, de muchas sonrisas y de muy buen ambiente. Idílico. Es verdad. No os voy a engañar, se trabaja mucho, pero es muy gratificante para todos.

Empecemos. Todo esto empezó el lunes a las 8.30 horas desayunando en Santo Domingo donde ya, algunos aficionados, estaban para despedirnos y desearnos buen viaje - gracias amigos -. De ahí partimos a Atocha todos. Bueno, todos no. Javi y Titi, nuestros utilleros viajaron en la furgoneta con todo el material de entrenamiento. Ese coche es muy divertido, os lo prometo. Suena la música a tope y hay muchas risas en las horas de viaje. En el camino a Sanxenxo - la pasada pretemporada - casi nos perdemos yendo porque el GPS, en vez de mandarnos por la de peaje, nos dirigió por todos los pueblos. Muy bonito, sí, pero casi no llegamos. 

En Atocha, Pedro - nuestro delegado - ya nos tenía listos a cada uno en qué coche y asiento íbamos. Subimos y comenzó el repertorio de "vamos a entretenernos unas horas". Algunos dormían; otros veían series - Netflix siempre es un gran recurso -; otros escuchaban música y un grupo reducido, pero muy competitivo jugaba a la pocha. Intenté pillar de qué iba aquel juego de cartas pero fracasé. Mi hermana siempre me ha dicho que fui demasiado empollona en la universidad y que, claro, así pasaba, que no manejaba los juegos de cartas. Entre los jugadores, se encontraba Borja Galán que fue nuestro primer reportero del día en instagram (¿Lo seguiste? Puso el listón muy alto).

A la llegada a Málaga, nuevo trayecto para, tras una hora de viaje, llegar a Marbella e ir directamente a comer. ¡Qué hambre traíamos todos! Había de todo y todo estaba riquísimo. Dos mesas imperiales, perfectamente dispuestas, para que todos los futbolistas, cuerpo técnico, médico, utilleros y prensa nos sentáramos a disfrutar del festín. 

Tras ello, tocaba siesta. Dormir y descansar para cargar pilas tras el viaje y poner rumbo a las 18.45 h al Marbella Football Center; nuestro "Santo Domingo" en los días venideros. Ahí se respiraba paz. Todo el MFC era para nosotros. No había ningún otro equipo entrenando y disfrutamos de la paz, del sol, del calor y de todo para nosotros solitos. 

Tras dos horas de entrenamiento intenso, con balón, sin balón, a pleno sol y calor marbellí, el cansancio apretaba pero las ganas también. ¿Sabes cuando respiras ese olor que deja la alegría? (me vine arriba, demasiada poesía...) Pues sí, eso se respiraba: alegría, simpatía, buen ambiente, buen rollo, sonrisas... Un entorno perfecto para ir fabricando el debut liguero de nuestro Alcorcón. ¿No tenéis como un gusanillo inmenso porque llegue el día 18 de agosto? 

Tras la cena, prometo que quería seguir haciendo cosas, pero la semana es larga y, o distribuyes tus fuerzas o puedes caer en el riesgo de no llegar vivo al último día. La intensidad es plena. Prometido. Palabra de scout.

Y... ¡amaneció! ¡Nuevo día! ¡Martes! y... ¡Doble sesión! Yuhuuuu. Cambiamos de reportero de instagram. Felipe fue el elegido y nos marchamos con él, Eddy y Borja Domínguez al gimnasio donde, a las órdenes de Carlos Fueyo, arrancaba una nueva sesión de pretemporada. ¡Menudo gimnasio! Alucinante. Lleno de máquinas, de pesas, de música a todo trapo... Y de ahí... ¡A nuestro campo! 

Cómo atizaba el sol. Os prometo que en esos momentos me acuerdo de la obsesión que tenían las profesoras en el colegio porque llevaras gorra a las excursiones. Buscaba la sombra, incluso la que no había. De nuevo: intensidad. Mucha. Y si sumas la intensidad y el calor: ¡bam! Sesión redonda. Hace un tiempo me dijeron que cuando eres deportista de élite, entrenar en condiciones adversas hace que tu cuerpo se pueda acostumbrar a manejarlas con naturalidad. Como la vida misma.

Si os habéis parado a pensarlo, y seguramente no descubra América, la pretemporada es como esa "beca" que consigues cuando sales de la universidad en la que aprendes un montón, trabajas como el que más para saber más y más, convives con tus compañeros como si fuera un viaje de fin de curso y charlas con tu jefe con naturalidad pero también con la presión por demostrar de lo que eres capaz. El fútbol es como la vida misma, por eso sé que los que lo leáis, estaréis de acuerdo conmigo en que no cambiaríais vivir esta experiencia por nada del mundo. 

Son días donde la naturalidad, el trabajo, el buen ambiente y la intensidad se entremezclan con un montón de sensaciones y todas ellas positivas.

Hoy entrenamos también por la tarde. Bonitas dobles sesiones. Cómo os queremos. Amor del bueno. Y nuestro entrenamiento coincidía con el amistoso del Málaga CF con la UD Almería. ¡La de reencuentros que hemos vivido: Álvaro Giménez, Owona, Muñiz y su cuerpo técnico! De hecho, me cuentan que han visto hasta a Capello por la zona. 

Pero nosotros, a lo nuestro. Hemos entrenado en un campo anexo al principal - donde mañana a las 19 h tendremos nuestro 4º test de pretemporada frente al Al Wasl - y hemos visto, con el sonido de fondo de un partido de fútbol, cómo subíamos y subíamos de nivel, de ganas, de "vamos", de gritos, de "ahí", de "sigue, síguelo", de "colócate"... Un espectáculo. Ha sido un entrenamiento muy bueno, de verdad, cargado de entusiasmo... y yo pensaba "con lo cansados que deben de andar..." Creedme, esto sí que era darlo el todo por el todo.

Tras el entrenamiento, hemos visto los últimos 15 minutos del amistoso Málaga-Almería y de regreso al hotel a la cena para poder descansar... que ganas hay pero, claro ¿cómo os iba yo a dejar sin vuestra pequeña dosis de stage personalizada? 

Mañana más, alfareros. Gracias por estar siempre ahí.

¿Alguna sugerencia? :)