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"Gracias por todo, alfareros": Carta abierta de Javier Hernández.

Hola a todos, a toda la familia alfarera;

Ha llegado el día que nunca creí que llegaría y os aseguro que es muy duro escribir estas líneas, porque no es fácil despedirte del club de tus amores.

Recuerdo aquel primer día que entré por la Puerta 0 de la mano de Nicolás Rodríguez. Por aquel entonces yo venía del fútbol profesional y reconozco que mi primera impresión fue “qué hago yo aquí”.

Traspasado ese primer umbral, me encontré al “genio” de Jesús Álvarez en su rinconcito y según iba recorriendo los pasillos allí estaba la familia Márquez, con Esteban  a la cabeza, auténticos artífices de este milagro. Allí estaban también José Luis, Miguel Ángel, José “el fisio” y los dos “enfermos” de prensa, Ángel y Fidel. A la par, llegó también Kike Pérez, un grande y por supuesto Luna, mi exjugador (al que hice futbolista, jajajaja), el gran “Titi”, un magnífico grupo de entrenadores humildes, como el Manolo Cano y el gran Anquela.

Y ahí empezó la aventura que se convertiría en mi casa, en parte de mi vida, donde nació mi hija, que cuando la preguntan de qué equipo es siempre dice y dirá los mismo, esté donde esté…”yo soy del Alcorcón”.

La decisión de salir creedme que ha sido durísima, pero considero que es el momento de crecer para luego volver y seguir ayudando a mi casa.

Quiero recordar y dar las gracias a los futbolistas, entrenadores y técnicos con los que trabajé, a los que pido perdón por ser a veces algo “brusco”, pero ya sabéis… perro ladrador, poco mordedor.

En especial, y poniendo nombres propios, quiero tener un agradecimiento especial para José Luis, Miguel Ángel, Carlos, Joaquín, Bauti y, sobre todo, Alberto, Jorge y el gran Nacho.

Gracias a Nacho y Álvaro (los jefes) por ser tan atentos con nosotros. Qué decir de Nuria, qué voy a hacer sin tus consejos y peleas, ya sabes, amor-odio, jajajajaja.

Mi gratitud a los chicos de fútbol base, Marcos, Josele, Juanjo. Mucha suerte y seguir trabajando “a full” por nuestra ADA. Gracias también a Isa, nuestra psicóloga (te faltó hacerme un test),  a la “rana” que es todo un personaje, a Edu, siempre callado y trabajador, al gran delegado Pedro “el grande”, a Ibra que siempre sabe todo lo que pasa, a Patricio que siempre me pide un cigarro y un bollo, a Rocío (que no creo en brujas, jajajaja), a mi Vero (te echaré de menos), a Antoñito (la leche con la pasta, qué tío), al mejor chófer, el Chiquitín, a Belén (me debes una de esas ricas tortillas que tú preparas), a Miguel Villena (que me regatea hasta un boli, qué crack), al gran Edu, del bar, siempre amable y sonriendo, a las peñas de la ADA, que siempre están ahí, a Rosi y Juani, que mantienen nuestras instalaciones siempre limpias, a Benito, siempre fiel y sin parar de animar, a los abuelos que siempre están en el campo, al Juvenil (he alucinado con ellos, con Pablo, Laure, Adri, Aarón, Paco y Juan…gracias de todo corazón. Mucho futuro, escúchame Pablito). Y cómo no, a mi Tercera, a mi filial, con Montoya a la cabeza. Gracias por aprender de ti, a Roberto siempre dispuesto, a los “Javis”, a Nacho “el matasanos”, a Alvarito y a Raúl, el gran delegado, siempre dispuesto a todo… te voy a echar de menos. Y, por supuesto, a los jugadores… gracias a todos los que os he conocido.

Han sido 9 años y, vaya donde vaya, robaré una cosa a mi A.D. Alcorcón… “hasta el último minuto del último partido”.

 

Gracias y hasta siempre…os llevaré toda la vida en mi corazón alfarero.