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Eduardo Moyano. 'Made in Alcorcón'

Hace cuatro temporadas un jovencito de Boadilla del Monte aterrizó en la A.D. Alcorcón, como otros tantos cada año, para realizar las prácticas de sus estudios de “Maestría de Fútbol y Atletismo”. Cuatro cursos después, Eduardo Moyano es una pieza muy importante en nuestra estructura del fútbol base gracias a su capacidad para aprender de los profesionales que durante este tiempo le han rodeado y a su dedicación a un Club que le ha dado todo.

Jugué al fútbol aunque nunca fue mi fuerte”, admite Eduardo quien no hace tanto le daba al balón en clubes amigos como el Amistad o el Deportivo Libertad. “Siempre me lo tomé como algo recreativo y para estar con mis amigos”, continúa el preparador físico amarillo quien en agosto de 2015 recibió una llamada que cambiaría su destino: “Se me abrió una puerta muy grande, al principio no había pensado en entrenar pero después de probar aquí, quería aprovechar esta oportunidad”, reconoce.

Su primera toma de contacto con la A.D. Alcorcón fue como preparador físico del Alevín D. “Los dos primeros años estuve con Hermo -José Hermógenes- tanto en alevín como en el infantil de autonómica”, recuerda Moyano quien en su segunda temporada tomó las riendas del Prebenjamín B: “Fue maravilloso”, asegura con una gran sonrisa.

La pasada campaña, su tercer curso en el Club alfarero, dio un paso más compaginando al Prebenjamín B con las funciones de preparador físico en el Alevín A con Jesús Nova y Nacho Entrena, y también en el Juvenil B: “Tenía mucha curiosidad sobre cómo se gestionaba una plantilla de chicos de 16 años. Un día me dijeron que podía echarles un cable si me interesaba y solicité permiso al Club. Fue un salto más mí”, explica.

Esta temporada es también responsable de la preparación física del equipo de la Academia Internacional: “La experiencia es enriquecedora” asegura Eduardo quien cuenta que “estudié en un colegio francés y el inglés, que no lo tenía, me fui a aprenderlo a mitad de carrera a Canadá. No tenía muy claro para qué me iban a servir los idiomas pero este año, el Club me propuso formar parte de este proyecto y tengo la suerte de tener esos idiomas y poder dirigirme a esos jugadores de nacionalidades distintas. Conoces a gente de otros países, ves cómo entrenan, aprendes de ellos y el gran grupo humano que tenemos que es una maravilla”.

Eduardo piensa que entrenar niños más pequeños es una responsabilidad mayor pues “son esponjas y vas a tener más influencia” y se muestra agradecido con todas las personas con las que ha trabajado durante estos años: “Hermo en los dos primeros años me dio la facilidad de poder equivocarme. A lo mejor otro no hubiera sido tan generoso. Jesús, que además viene de una dilatada experiencia en el fútbol, también me ha dado libertad absoluta para trabajar, del mismo modo que Kiko o Jaime. Todos han confiado y han creído en mí. He ganado confianza en mí mismo también. He evolucionado, he crecido y la gente con la que he estado me ha enseñado mucho”, reconoce.

Nuestro protagonista es un gran apasionado de su trabajo y lo demuestra en su día a día, prácticamente ‘encerrado’ en Santo Domingo donde observa y aprende de los profesionales que forman parte de nuestro Club: “Me llamaron la atención los entrenadores con los que he estado trabajando; los preparadores físicos, tanto del primer equipo como Alberto con quien he podido sentarme y hablar con él, como de otros equipos como Adrián del juvenil A, del cual me fijo mucho en su trabajo”, manifiesta Eduardo quien asegura que también se fija en los compañeros del resto de equipos: “Como en la sección femenina con el trabajo de Raúl o de Itzar que trabajan muy bien. Me quedo con lo mejor de cada uno”, señala.

Aunque Eduardo prefiere pensar en el corto plazo, a largo, su sueño es “llegar al fútbol profesional”. Sin embargo, de momento trabaja “para ganarme el derecho a que sigan contando conmigo; a seguir creciendo en este deporte, a mejorar...”. Moyano no duda de que “el Eduardo de hoy es mejor que el Eduardo de hace 4 años y estoy seguro de que el Eduardo de mañana será mejor que el de hoy. Mi objetivo a corto/medio plazo es mejorar lo más que pueda y buscar la mejor versión de mí mismo”.

Para alcanzar sus sueños, la A.D. Alcorcón está siendo fundamental: “Me ha dado la oportunidad, me ha ayudado a crecer, me está impulsando y tengo que estar eternamente agradecido al Club por la oportunidad que me da de mejorar año a año. Solo tengo palabras de agradecimiento”, concluye.