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Descenso a Preferente

En abril de 1989, Valentín Sinovas dimitió como presidente de la A.D. Alcorcón debido a la presión de los futbolistas que llevaban varios meses sin cobrar. Se abrió un nuevo proceso electoral en el que el nombre de Martín López, tesorero del Club, salió a la palestra como posible nuevo presidente. Sin embargo, finalmente se confirmó el regreso de Diego Manzanares a la presidencia del Club anunciando el abandono de su actividad en la gerencia del Rayo Vallecano.
 
 

Temporada 89-90

 

Para el regreso a Tercera, Antonio Carrasco “Sevilla” tomó las riendas del equipo en lugar de Díaz. No obstante, la inestabilidad institucional en el Club seguía presente y afectó en lo deportivo con un nuevo descenso a Preferente. En la recta final de aquella temporada 90-91, los problemas se acrecentaron. Diversos medios se hacían eco de la caótica situación que vivía el Club con el retraso en el pago de los salarios a jugadores, entrenador y empleados del Club. La relación entre presidente y jugadores se encontraba cada vez más desgastada. Pese a ello, la plantilla alfarera mostró una profesionalidad fuera de toda duda luchando hasta el final por una permanencia que finalmente no se pudo lograr.

 

Temporada 90-91

 

Estas dos temporadas de la A.D. Alcorcón en Preferente han sido las únicas en la historia en las que esta categoría contó con tres equipos de la ciudad: la A.D. Alcorcón, la A.P. Tri-Val y el F.C. Miches, que en la temporada 89-90 cambió su denominación por la de Sporting de Alcorcón.

La temporada 91-92 comenzaba para el Alcorcón con muchos asuntos que resolver tanto en lo deportivo como en lo institucional. En lo deportivo, Antonio Carrasco “Sevilla” no quiso continuar al frente del banquillo alfarero tras el escaso apoyo recibido por la directiva la temporada anterior. Felipe Prieto Delcamp “Huelva” fue el encargado de entrenar al Alcorcón aquella campaña. En lo extradeportivo, tuvo especial importancia la asamblea de socios celebrada el 12 de julio de 1991 en el Polideportivo Los Cantos y en la que se debatió acerca del futuro de la Agrupación. La delicada situación económica, con importantes deudas contraídas en los últimos años, puso contra las cuerdas al presidente Diego Manzanares y afectó notablemente al rendimiento del equipo en las primeras jornadas de liga, con cuatro derrotas en las cuatro primeras jornadas.

El 9 de octubre de 1991, Diego Manzanares presentaba su dimisión irrevocable como presidente de la A.D. Alcorcón. Sin embargo, la crisis de la entidad alfarera no quedaría aquí ya que el legado que dejó Manzanares a sus sucesores era un Club sumido en una crisis que pudo acabar con la desaparición de la A.D. Alcorcón.

Manzanares delegó todos sus poderes en la junta directiva encabezada por el que pasó a ser presidente en funciones, Ángel Rubio Martín Del Campo, hasta la convocatoria de nuevas elecciones. Rubio y su directiva se encontraron un equipo deportivamente situado en la última plaza del grupo segundo de Preferente y con una importante deuda acumulada, amén de otros problemas.

En enero de 1992, no se presentó ninguna candidatura para la presidencia de la A.D. Alcorcón por lo que el hasta entonces presidente en funciones, Ángel Rubio, única candidatura, se erigió como nuevo presidente del Club alcorconero. En una etapa complicada para la entidad, Rubio puso todos sus esfuerzos en mantener la historia de la Agrupación Deportiva Alcorcón y evitar su desaparición. En la asamblea en la que fue nombrado nuevo presidente, Ángel Rubio dejó claro a los socios que hubiera resultado muy fácil olvidar todas las deudas y empezar desde cero con otras siglas, como han hecho otros clubes, pero la Agrupación tenía una historia que había que respetar y, en ese sentido, se abordaron los problemas económicos existentes para tratar de solventarlos de la mejor forma posible.

En cuanto a la temporada en lo deportivo, se finalizó en décima posición aunque la directiva confiaba en el técnico Felipe Huelva quien sería el entrenador para la campaña siguiente.

La temporada 92-93 comenzó bien. Los amarillos se impusieron en el I Trofeo Villa de Alcorcón tras vencer al Getafe en semifinales y al Real Ávila de Segunda División B en la tanda de penaltis. En octubre de 1992, la junta directiva decide cesar a Felipe Huelva del banquillo de la A.D. Alcorcón transcurridas tan sólo cinco jornadas de liga. Se abría una pequeña grieta entre directiva y jugadores que finalizó con la salida de media plantilla en solidaridad con el entrenador destituido. Detrás de todo ello estaba la figura de Pedro García, ex-presidente del Rayo Vallecano que contaba con un 80% del patrocinio de la entidad alfarera cuya mayor fuente de ingresos procedía del bingo. García tomó el cargo de manager general de Club y cerró un acuerdo con el entrenador Juan Clemente y con varios jugadores que vendrían con él, para incorporarse de forma inmediata a la plantilla de la Agrupación.

La junta directiva presidida por Ángel Rubio estaba supeditada a las acciones de Pedro García pero, en mayo de 1993, el Presidente presentó su dimisión por motivos profesionales aunque se rumoreaban otras razones que precipitaron la salida del dirigente alfarero.

Su cargo quedó a disposición del vicepresidente Ángel Carrasco que hasta el final de temporada ocupó la presidencia de un equipo que, pese a las tormentas institucionales acontecidas en el Club, consiguió el ascenso a Tercera División quedando campeón del grupo segundo de Preferente con dos puntos de ventaja sobre el Leganés “B”. Cabe destacar durante esta temporada la mayor goleada en la historia del Alcorcón. El 18 de abril de 1993, los amarillos vencieron por 10-1 al Aluche en Santo Domingo. Finalmente, la A.D. Alcorcón se proclamó campeón de Preferente al vencer en los penaltis a la A.D. Alcobendas, campeón del grupo primero, después de empatar a uno en los 90 minutos.

En julio de 1993 se vivió en el Polideportivo Los Cantos una asamblea muy caliente en la que se presentó una nueva directiva presidida por Justo Romero tras la dimisión de Carrasco, quien aseguró una confabulación entre la nueva junta y el ayuntamiento por evitar que siguiera en la presidencia. Así las cosas, con un déficit de siete millones de pesetas comenzaba la temporada el Alcorcón.

Se planteó desde el inicio el objetivo de entrar en liguilla de ascenso a Segunda División “B”. La segunda edición del Villa de Alcorcón se lo llevó el Leganés de Segunda División al vencer al conjunto anfitrión por 1-2. Era el comienzo de una temporada en la que nada saldría acorde con lo esperado. En diciembre, la plantilla se plantó y decidió no acudir a los entrenamientos hasta que no cobraran los meses de octubre y noviembre. Algunos miembros del plantel se fueron siendo reemplazados por jóvenes jugadores. A todo ello se le unió que en enero de 1994, Juan Clemente presentaba su dimisión irrevocable al frente del banquillo alfarero debido a que según él no se estaba haciendo las cosas bien en la parcela deportiva. Una serie de problemas internos que el equipo trataba de superar en el campo aunque, a partir de comienzos de año y más aún con la marcha de Clemente, comenzaron a afectar deportivamente. Julián Gil, segundo entrenador, se hizo cargo del Alcorcón. En febrero la crisis siguió acrecentándose. Cuatro de los jugadores más importantes del Club: el capitán Antonio, Melo, Guardeño y Moya se marcharon acusando a Pedro García de no cumplir con lo prometido a principio de temporada.