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Pichichi y hat-trick con nombre propio: David Rodríguez

Muchos son los números que rodean a nuestro delantero alfarero David Rodríguez. Recopilemos. Es la primera vez que, con la camiseta del Alcorcón, David marca tres goles en un mismo partido. Bajo su dorsal, el número siete, se esconden tras diez jornadas, ocho goles; ocho tantos que le valen ser el “pichichi” de la Liga Adelante. Tras cincuenta y dos partidos con la elástica alfarera y veintiocho goles (ocho dobletes y su primer hat-trick) el gamonino cuenta con una estadística de infarto: 0,53 goles por partido.

Con todos estos números, el ariete alfarero escribe un nuevo capítulo en la Historia reciente de la AD Alcorcón. Pero vayamos por partes. El sábado, ante la UE Llagostera, David Rodríguez marcó tres goles; un primer hat trick con el que se siente “Contento porque sirve para ganar. Suena a tópico pero es la realidad. Sirve para cambiar la situación que teníamos de dos partidos seguidos con derrota donde las sensaciones, pese a todo, habían sido buenas. Se ha visto que se ha hecho un buen partido, sobre todo, una primera parte espectacular, contra un equipo que venía de meterle tres al Valladolid y cuatro al Elche”.

Y seguimos con sus números: ocho, diecinueve y treinta y siete. Esos son los minutos en los que el delantero amarillo marcó sus tres goles en este último encuentro. Cuando este terminó ¿qué le dijeron los suyos?Tengo los mismos mensajes siempre; gane, pierda, marque o no marque, son los mismos pero sí es cierto que el sábado se multiplicaron. Lo mejor que me llevo es el balón firmado por mis compañeros; gente que trabaja muchísimo; gente por la que he podido llevarme el balón a casa, por la cual llevo 8 goles. Todo lo bueno que me pase es gracias a ellos”.

David salía con su balón del terreno de juego. Un balón que acarició los siete goles que vivió el partido. Un esférico que, tras el encuentro, salió de Santo Domingo cubierto de firmas y dedicatorias: “Todas las dedicatorias que han escrito mis compañeros en el balón me gustan; todas me dan alegría y confianza. Todas ellas se disfrutaron el sábado pero, desde ya, hay que empezar a pensar en el siguiente partido”.Pero ese balón, ¿dónde va a ir a descansar tras su travesía? “Tengo una salita en mi casa de Gamonal donde tengo un billar, un futbolín… y tengo todos los trofeos, desde que soy pequeño, y ahí irá”.

Con este primer hat-trick, David se acordó de alguien muy especial: “Mi primer gol en primera se lo dediqué a mi abuelo que falleció hace años y, por supuesto, mi primer hat trick también tenía que ir para él”.

Cuando hay una primera vez de algo, y ese algo es tan bueno como meter tres goles que sirven a tu equipo para puntuar, no queda otra que esperar a que no sea la última vez que ocurre: “Al final para un delantero es importante meter goles y, cuando uno está en racha, eso significa que el equipo funciona. En cuanto a las sensaciones del sábado, hay una cosa por la que me alegro mucho y es que no fueron todos los goles míos, sino que se sumaron Óscar y Razvan con los suyos”.

Y esa alegría personal también fue colectiva. Santo Domingo vibró, cantó, animó y felicitó a los suyos con la fidelidad que le caracteriza. A la salida del estadio, multitud de aficionados coreaban a los jugadores por su gran actuación: “La verdad que fue una sorpresa. Va a ser trabajo nuestro fidelizar a la masa social. En el censo de población de Alcorcón están registrados 170.000 habitantes y no viene toda la gente que a nosotros nos gustaría. Pero somos los que vamos a engancharlos. Damos gracias a los abonados que está viniendo y animamos a los demás a que se unan porque queremos el estadio lleno. Se ha visto en otras temporadas que, los equipos que están arriba luchando han estado respaldados por su afición. La liga es muy larga y hay partidos en los que necesitas ese empujón de la grada”.

Pero seguimos con los números. Al descanso, los de Juan Ramón López Muñiz se iban a vestuarios con un 5-0 en el marcador. ¿Qué se vivía en la caseta?: “Es una situación que yo no vivía hace tiempo, sobre todo, en segunda división que vemos cantidad de empates a cero, resultados por la mínima e irte 5-0 al descanso… pero no había euforia. Había tranquilidad de saber que se habían hecho las cosas bien. El míster nos dijo que había que seguir con la misma actitud, sin menospreciar al rival pero hacer las cosas bien… Yo creo que, cuando enciendes una máquina, si va bien, no debes apagarla. Eso tiene que seguir, seguir, seguir…

Y es que, como el propio David comenta a lo largo de la entrevista, en el vestuario alfarero hay mucha ilusión y “la ilusión mueve montañas y te hace trabajar de otra manera”. Un vestuario que es una piña: “Es la verdad. Cuando no juegas, yo he estado en esa situación y es complicado, por eso valoro mucho ahora que estoy jugando. He estado un año sin jugar prácticamente y se pasa mal porque los mensajes que te mandan casi no te llegan, pasas a estar a un lado y, aquí, eso no se vive porque estoy seguro de que la gente que ahora no juega, nos va a ayudar mucho en la larga temporada que queda”.

La filosofía del vestuario está basada en la unión y en la constancia del trabajo: “Nosotros vamos partido a partido. Cada partido es una final. Si el sábado hubiéramos perdido, la UE Llagostera nos hubiera cogido en la clasificación. Ahora vas a Miranda y todo lo que has hecho no vale. Tienes 16 puntos pero por 16 puntos no se ha salvado nadie así que tienes que ir a otro partido, a otro partido, a otro partido…”.

Y así, partido a partido, tras diez jornadas, David Rodríguez se ha convertido en el pichichi de segunda, igualado en goles con el de la primera división, Neymar: “me fijo en trabajar y trabajar y ahí llegarán los goles. Soy obsesivo con mi trabajo y quiero más. Quiero superarme porque creo que eso, cualquier deportista, lo lleva en la sangre y eso será, sobre todo, bueno para el equipo

El trabajo y el esfuerzo diario de nuestro delantero también tiene un componente emocional y es que, en el Alcorcón “soy feliz. Vienes por la mañana, todos los empleados te dan los buenos días. No ves ni una mala cara. Los compañeros, el vestuario, la afición muy fiel y nos apoya muchísimo. Tienes mensajes por todos lados, en todas las redes sociales, que te animan. Eso, para cualquier futbolista es esencial. Cuando llegué aquí, venía de un año sin jugar donde lo pasé mal. En Alcorcón es como si se me hubiera abierto el mundo. Me lo ha dado todo. Salgo a un partido y estoy en deuda con el Club, con la afición, con los empleados, con todos… Es como una familia que te abre los brazos y tienes que corresponderles lo mejor posible. Y todo lo que sea mejorar me lo va a dar eso ya que aquí soy feliz”.

Con todos estos números, en un Club con una Historia tan reciente, David está escribiendo un nuevo capítulo y “quiero hacerlo. Alcorcón es un Club pequeño, un club humilde pero que no para de crecer en todas las áreas. Tenemos nuevo gimnasio como cualquier Club profesional, un nuevo vestuario muy funcional. Roland Duchatelet amplió las gradas del estadio de Santo Domingo… Es un club pequeño pero que está creciendo, para mí, a pasos agigantados”.