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Osasuna acaba con la racha de imbatibilidad en casa

Partido correspondiente a la jornada número 36 de la Liga Adelante que enfrentó a los equipos de la Agrupación Deportiva Alcorcón y al C.A. Osasuna. Ambos conjuntos llegaban a este duelo separados únicamente por un punto en la tabla (Osasuna 53, Alcorcón 52) por lo que se esperaba un choque jugado de poder a poder y así resultó ser. Mandó el Alcorcón, se defendió con orden Osasuna y decidió un gol en propia puerta de Djene en el primer tiempo. Victoria por la mínima por tanto para los visitantes por 0-1. 

Juan Ramón López Muñiz salió de inicio con Dmitrovic, Rafa Páez, , Nèlson, Fede Vega, DjeneCampaña, Toribio, Collantes, Óscar Plano (capitán) , Natxo Insa y David. Esperaban su oportunidad en el banquillo Dani Jiménez, Bellvís, Álvaro Rey, Iribas, Fernando Román, Máyor, y Razvan.

Por su parte, el entrenador de Osasuna Enrique Martín dispuso el siguiente once: Nauzet, Javi Flaño, Migue Flaño (capitán), Tano, David García, Nino, Merino, Roberto Torres, Oier, Manuel Sánchez, Pucko. 

Se dieron cita en el municipal de Santo Domingo 2.620 espectadores que disfrutaron de una tarde de fútbol soleada en la que los jugadores locales lucieron en sus camisetas el apellido materno para homenajear a sus madres con motivo del Día de la Madre. Además Óscar Plano disputó su partido número 100 con la elástica amarilla. 

El partido comenzó con dominio alterno aunque pronto se haría con el control el Alcorcón. De hecho, a los ocho minutos, disfrutaría de una ocasión magnífica para abrir el marcador. Un centro desde la banda izquierda que encontraba a Collantes bien situado en el balcón del área para empalar sin dejarla caer. Era medio gol pero Nauzet, rápido de reflejos, reaccionó bien y sacó el esférico como pudo. Sin duda, una opotunidad de oro que sería, además, la antesala de momentos brillantes en lo que respecta al juego ofensivo alfarero. Hasta tres córners seguidos sacaron durante esta fase, aunque ninguno fructificó en el deseado tanto. Y reaccionó Osasuna. Un remate a bocajarro de Roberto Torres obligó a Dmitrovic a lucirse. Atentísimo el arquero serbio, desbarató una acción que se cantaba como gol por parte de la afición visitante. Lástima que unos instantes después, la brillantez de su intervención quedase empañada por una jugada desgraciada que marcaría el partido. Cesión atrás de Djene que no entraña ningún peligro para el bravo cancerbero serbio y, sin embargo, el bote del balón le juega una mala pasada. No puede controlar y el esférico se introduce mansamente en su portería. 0-1 y a rehacerse. No había otra. 

Reaccionaron bien los alcorconeros en el último cuarto de hora del primer acto. Collantes, David Rodríguez y Natxo Insa protagonizaron las mejores llegadas. No les acompañó la puntería, pero rondaron el marco de Nauzet con peligro, demostrando que el gol no había hecho mella en la moral alcorconera. Al contrario. Seguían firmes en su propósito de abrir su cuenta goleadora y sabían cómo debían hacerlo. Faltaba algo de suerte. No llegó en este tramo y el colegiado señaló el camino de vestuarios con la ventaja mínima para Osasuna por un gol a cero. 


Pero todo pudo cambiar cuando a falta de 12 minutos para el final, un centro desde la derecha fue rematado con precisión por Máyor con la cabeza. Era gol sí o sí. O al menos era gol si no hubiese estado Nauzet para obrar el milagro. La intervención del meta iba a salvar a los suyos, asegurando tres puntos de oro. Y es que ya no habría mayores sobresaltos y los minutos se irían descontando sin que ningún atacante local pudiera encontrar portería. Pese a que no le perdieron la cara al duelo hasta el último minuto, el orden defensivo del conjunto rojillo acabaría imponiéndose.  Movió el banquillo Muñiz en el receso. Álvaro Rey entraba por Toribio. Más tarde serían Máyor y Razvan los que reforzarían el ataque sustituyendo a Fede Vega y Natxo Insa. El plan era claro. Atacar, atacar y atacar. Lo que ya venían haciendo durante todo el choque. Enrique Martín, técnico osasunista, también hacía cambio de cromos en su once y daba entrada a lo largo del segundo acto a Olavide, De las Cuevas y Buñuel. Salían Merino, Pucko y Roberto Torres. Parecía una partida de ajedrez. Las estrategias eran claras. Por los de casa, ataque, ataque y más ataque. Por los visitantes, defensa, defensa y más defensa. 


Una derrota que deja al Alcorcón con 52 puntos y que pone fin a una racha de imbatibilidad que se prolongaba desde el mes de octubre (más de medio año sin perder en casa). En total, 13 partidos invictos desde que el Huesca venciera por 0-1 en la primera vuelta.
La próxima salida es Lugo y seguro que los hombres de Muñiz volverán a darlo todo como llevan haciendo desde que empezara la temporada. Esperemos que les acompañe la suerte.